El presidente del Grupo LG es demandado por su herencia

Seúl, 10 de marzo (Yonhap) -- El presidente del Grupo LG, Koo Kwang-mo, ha sido demandado por su familia por la herencia que recibió hace más de cuatro años, en una disputa que se teme sacudirá la gerencia del cuarto conglomerado más grande del país.

La madrastra y dos hermanastras de Koo presentaron una demanda ante el Tribunal del Distrito Occidental de Seúl, el 28 de febrero, para solicitar la cancelación de la herencia que recibió, en mayo de 2018, tras la muerte del presidente del Grupo LG, Koo Bon-moo.

Koo Kwang-mo es sobrino del difunto presidente, quien lo adoptó en 2004, después de que su único hijo muriera en un accidente automovilístico, y se convirtió en presidente de LG en junio de 2018.

El Grupo LG tiene una larga tradición de que el hijo mayor toma el control del negocio familiar.

Las demandantes exigen que la herencia sea dividida de nuevo, según la ley pertinente, donde el cónyuge y el descendiente heredan el 60 y 40 por ciento cada uno.

El difunto presidente poseía el 11,28 por ciento de las acciones del Grupo LG. Koo Kwang-mo heredó el 8,76 por ciento de las mismas, lo que lo convirtió en el mayor accionista del enorme conglomerado, entre cuyas subsidiarias figuran LG Electronics, LG Display y LG Chem.

La hija mayor del expresidente heredó el 2,01 por ciento y la segundogénita recibió el 0,51 por ciento en aquel momento, mientras que la esposa, Kim Young-sik, no heredó nada.

El Grupo LG dijo que la división de la propiedad heredada fue "lícita" y que se efectuó tras "numerosas consultas", entre los miembros de la familia, durante los cinco meses posteriores a la muerte de Koo Bon-moo.

LG dijo, en un comunicado, que es difícil entender por qué plantearon el problema ahora, cuatro años después de que se completase la herencia, y agregó que cualquier intento de quebrantar la tradición y los derechos de gestión de LG no puede ser tolerado.

Asimismo, dijo que el presidente actual ha estado pagando su impuesto sobre sucesiones, por un valor de 720.000 millones de wones (543 millones de dólares), en seis cuotas, durante el transcurso de cinco años, y está a punto de hacer su último pago a finales de este año.

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