(AMPLIACIÓN) Los enviados nucleares de Corea del Sur y EE. UU. expresan preocupaciones sobre la nueva política nuclear norcoreana

Seúl, 22 de septiembre (Yonhap) -- Los jefes negociadores nucleares de Corea del Sur y Estados Unidos han expresado, este jueves, "graves preocupaciones" sobre la creciente amenaza nuclear de Corea del Norte y prometido responder de forma decisiva, si Pyongyang realiza otra prueba nuclear, según ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores surcoreano.

El representante especial de Corea del Sur para los asuntos de paz y seguridad de la península coreana, Kim Gunn, mantuvo diálogos en Seúl, con su homólogo estadounidense, Sung Kim, al objeto de evaluar la reciente situación de seguridad, unas semanas después de que el régimen comunista aprobara una ley que autoriza el uso preventivo de armas nucleares frente a una amenaza inminente para su seguridad.

La Cancillería surcoreana dijo, en un comunicado, que las dos partes compartieron sus graves preocupaciones en torno a la creciente amenaza nuclear de Corea del Norte, que legalizó una estrategia nuclear enérgica que disminuye drásticamente las barreras para ataques nucleares.

Ambos coincidieron en que la nueva ley plantea una "amenaza grave", ya que define condiciones amplias para que el régimen del presidente del Comité de Asuntos de Estado norcoreano, Kim Jong-un, lance un ataque nuclear preventivo, según el ministerio.

Los enviados señalaron que, en una reciente reunión bilateral de disuasión extendida de alto nivel, los aliados aclararon que cualquier ataque nuclear norcoreano se enfrentará a una "respuesta contundente y decisiva" y reiteraron el compromiso de seguridad "férreo e inquebrantable" de EE. UU.

Asimismo, evaluaron que Pyongyang está listo para realizar su séptima prueba nuclear "en cualquier momento" y prometieron mantener una firme postura combinada de defensa, a fin de disuadir las provocaciones adicionales del Norte.

Por otra parte, Sung Kim se reunió con el ministro de Unificación surcoreano, Kwon Young-se, este jueves por la mañana, antes de abandonar Seúl, según funcionarios surcoreanos.

Más tarde, este mismo día, Kim Gunn también se reunió con Elizabeth Rosenberg, la subsecretaria del Departamento del Tesoro de EE. UU. para el financiamiento del terrorismo y crímenes financieros, para discutir sanciones contra Corea del Norte, dijo el ministerio en otro comunicado.

Acordaron trabajar, de manera coordinada, para impedir los intentos de Pyongyang de obtener fondos ilegales para su programa armamentístico a través de los trabajadores norcoreanos en el sector de las TIC, en el extranjero, o el robo de criptomonedas.

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